En un clima de honda reflexión sobre lo sucedido aquel 1º de Mayo de 1887 y articulado con la fiesta de San José Obrero vivimos una Jornada de Esperanza de tiempos mejores donde la Dignidad, la Unidad y la Paz sean metas y luchas por las que valga la pena dar la vida...
Dios puso su mano sobre esa comunidad y, como dice la Palabra: un ejército de ángeles que trabajan para El.
ResponderEliminarEnormes bendiciones para todos y que siempre haya esa sonrisa en la cara de cada niño y cada adulto de La Reja Grande!!!!
Sandra García